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Devocionales y horas tranquilas

Un tiempo diario con el Se?or

La historia de María y Marta nos da un ejemplo perfecto del dilema que muchos enfrentamos. Parece que estamos atrapados entre elegir conocer a Dios o servir a Dios. La vida simplemente es ocupada. Con el trabajo, la escuela, las relaciones y el ministerio, encontrar tiempo para simplemente estar con Dios puede ser bastante difícil. Sin embargo, nada es más importante para nuestra vida diaria que pasar tiempo con ?l. Así como la mayoría de nosotros no elegiríamos un estilo de vida que descuide el comer o ba?arse, deberíamos priorizar nuestro tiempo con Dios como una parte tan integral de nuestra rutina diaria, que se convierta en una disciplina profundamente arraigada.

El compromiso de tener devocionales personales de forma regular (también conocidos como “tiempo a solas con Dios”) es esencial para mantener una relación dinámica y personal con ?l. Ya sea que seas un cristiano nuevo que apenas comienza a aprender cómo orar y estudiar la Biblia, o un creyente con a?os de caminar con Dios que ha leído la Biblia de principio a fin, tu relación con Dios simplemente requiere una cantidad de tiempo a solas con ?l. Así como cualquier relación entre dos personas necesita tiempo y compromiso para profundizar, nuestra relación con Dios también requiere tiempo y compromiso para crecer.

Los escritores del Nuevo Testamento hablaban con frecuencia de su relación con el Se?or. Pedro nos animó a “…crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Se?or y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18). Pablo oraba por los creyentes en ?feso: “Pido que el Dios de nuestro Se?or Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor” (Efesios 1:17). Incluso Jesús tomaba tiempo regularmente para estar a solas con Dios. Marcos 1:35 nos dice que Jesús se apartaba solo, temprano en la ma?ana (cuando había menos distracciones), para pasar tiempo en oración con su Padre celestial. Lucas 22:39 sugiere que un lugar llamado “el Monte de los Olivos” era uno de sus lugares favoritos para tener su tiempo a solas. Lucas 6:12 incluso registra que Jesús pasó toda la noche en oración antes de elegir a los doce apóstoles. Si Jesús, siendo Dios en carne, consideró necesario pasar tiempo sin interrupciones con su Padre, ?cuánto más nosotros?

Tres ingredientes importantes para tener una vida devocional diaria valiosa son: elegir un tiempo definido, elegir un lugar definido, y tener un objetivo y un plan claro. Tal vez lo mejor sea seguir el ejemplo de Jesús y tomar tiempo con Dios temprano en la ma?ana, antes de que las distracciones del día empiecen a jalarnos en mil direcciones distintas. Para aquellos que no somos precisamente “personas matutinas”, otro momento del día puede funcionar, siempre y cuando nos aseguremos de apartar ese tiempo para estar con Dios y no permitir que nada más lo interrumpa.

Así como es importante elegir un horario específico para pasar tiempo con Dios, también lo es encontrar un lugar específico para estar con ?l. El lugar donde tengas tu tiempo a solas no tiene que ser especialmente “religioso”. Lo importante es que sea un lugar con pocas distracciones, donde puedas pasar tiempo con ?l sin interrupciones.

No importa dónde planees tu “cita” con Dios, lo esencial es que llegues a ese momento y lugar con una actitud enfocada en ?l, preparado para encontrarte con tu Padre celestial.

La meta y el plan que guíen nuestro tiempo devocional con Dios deben incluir al menos dos disciplinas fundamentales: permitir que Dios nos hable por medio de Su Palabra, y hablar con Dios a través de la oración. Aunque hay otras formas valiosas de pasar tiempo con Dios, nunca debemos descuidar la oración ni el estudio bíblico. Estas son dos vías principales para desarrollar nuestra relación con ?l.

Debemos buscar conocer y experimentar a Dios meditando en la Biblia y enfocándonos en sus atributos. Atributos como: su amor por nosotros, su gracia al salvarnos y perdonarnos, su poder mostrado en la creación, su majestad y grandeza—cada uno merece nuestra atención.

Cuando leemos un pasaje de la Escritura que nos habla directamente, necesitamos subrayarlo o anotarlo. Por ejemplo, si leemos un pasaje sobre amar a los demás, y nos damos cuenta de una relación en la que no hemos mostrado amor, podemos asumir que el Espíritu Santo está se?alando esa área que necesita ser atendida. Dios nos comunica a través de Su Palabra, y esa comunicación se profundiza cuando respondemos y aplicamos lo que ?l nos está ense?ando.

Así como en cualquier otra relación, debe haber un intercambio, una comunicación en ambos sentidos. Mientras Dios nos habla por medio de Su Palabra, nosotros le hablamos a ?l mediante nuestras oraciones. En la oración podemos ser completamente abiertos y honestos con ?l. Podemos compartir nuestras fallas, confesar nuestros pecados, hablarle sobre lo que nos preocupa, alabarlo por quien es y agradecerle por lo que ha hecho.

Cuando buscamos a Dios continuamente en oración, comenzamos a ver con mayor claridad cómo ?l nos guía sobre lo que debemos hacer o evitar.

El acróstico ACAS puede servir como una guía útil para nuestras oraciones:

  • (A) Adoración – Alaba a Dios por quién es.

  • (C) Confesión – Reconoce tus pecados delante de ?l.

  • (A) Acción de gracias – Exprésale tu gratitud por todo lo que ha hecho y promete hacer.

  • (S) Súplica – Preséntale tus peticiones y preocupaciones.

     

Aunque debemos mantener constantemente la oración y el estudio bíblico como dos partes importantes de nuestro tiempo a solas con Dios, la creatividad y la variedad también juegan un papel muy importante. Puede sonar increíble, pero algunos cristianos encuentran formas de hacer que el tiempo íntimo con el Dios del universo parezca aburrido o sin interés.

Así como en las relaciones humanas es importante encontrar diferentes actividades para disfrutar juntos (imagina lo aburrido que sería salir con alguien y que siempre hagan lo mismo: solo cenar y ver una película), también es importante encontrar diferentes formas de pasar tiempo con Dios.

Algunas otras actividades que podemos compartir con Dios durante nuestro tiempo devocional incluyen: escuchar una ense?anza grabada, cantar cantos de alabanza, orar a través de las Escrituras, memorizar un pasaje, hacer un bosquejo de un libro de la Biblia, llevar un diario de oración, hacer un estudio temático o de palabras, hacer una lista de las bendiciones que Dios te ha dado, salir a caminar mientras oras, escribirle una carta a Dios, estar en silencio para escuchar su voz, pintar mientras piensas en ?l, leer un libro cristiano, orar por eventos actuales mientras lees el periódico, meditar en Dios mientras escuchas música inspiradora o escribirle un poema a Dios. Las posibilidades son infinitas.

 

?Dónde deberías comenzar? Deberías empezar con una evaluación honesta de cómo son actualmente tus tiempos devocionales con Dios. ?Con qué frecuencia los tienes? ?Cuánto duran normalmente? ?Estás realmente planeando tu tiempo con Dios o solo estás intentando meterlo entre otras “actividades importantes”? ?Tus tiempos con Dios son significativos o estás distraído o atrapado en una rutina? ?Hay actividades de las que podrías prescindir para tener más tiempo con Dios?

Comienza de nuevo hoy mismo, dedicando 15 minutos para preguntarle a Dios qué necesita cambiar en tu horario, en tu corazón y en tu vida, para poner esta área tan vital de tu relación con ?l en el camino correcto.

 

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